Con 24 años y siendo empleado bancario, Guillermo del Río Barañao fue detenido el 4 de octubre de 1973 y conducido al Estadio Nacional. Desde ahí y por orden de las fuerzas de represión de la Dictadura Militar fue trasladado en barco hacía el norte.

Una vez que desembarcó en Antofagasta, fue llevado hasta la exoficina salitrera Chacabuco, la cual identifica como “una copia de un campo de concentración nazi”. En dicho lugar ocupó la casa 3 del pabellón número 4.

En Chacabuco prestó servicios en el área de administración en la organización que dieron los prisioneros políticos.