DICCIONARIO
BIOGRÁFICO

JERÓNIMO JORGE CARPANCHAI CHOQUE
Jerónimo Jorge Carpanchai Choque, fue reconocido como “un hombre humilde, pero con un gran sentido de responsabilidad y de organización”. Nació un 30 de septiembre de 1945. Sus padres Jorge Carpanchai y Romalda Choque quienes, junto a Jerónimo, tuvieron otras tres hijas Narcisa, Ángela y Victoria.
Jerónimo Carpanchai contrajo matrimonio con Sabina Colquillo Colque, con quien tuvo cuatro hijos, Jerónimo Carpanchai González quien tenía seis años a la muerte de su padre, Roxana de cinco años en ese momento, Jorge de tres años y Rita de dos años al producirse su detención y asesinato.
Cursó la enseñanza básica completa en un colegio público de Calama. Desde temprana edad tuvo que comenzar a trabajar, a los 12 años fue limpiador, sembrador, cuidador de animales. Relata su familia que “presentó muchas carencias económicas y trabajó para ayudar a su mamá ya que su padre fallece cuando él era pequeño. Vivió una infancia llena de privaciones, donde le toca asumir el rol de padre y de proveedor, pese a ello trató de cumplir su enseñanza básica aun cuando su prioridad era tratar de darle sustento a su madre y sus tres hermanas”.
Jerónimo tenía una afición: correr y se dedicó a entrenar en su adolescencia y juventud corriendo por los prados de Calama, por las tierras desiertas, teniendo el sueño de que algún día participaría en las olimpíadas representando a su país. “Muchas veces fue sujeto de risas, incluso de sus propias hermanas, pero él señalaba que valía la pena soñar y sin miramientos, en los tiempos que tenía disponible corría y corría participando incluso en diversas carreras y obteniendo medallas y trofeos”, expone su familia. De hecho, corría para la empresa de Codelco, quienes tenían interés en que él fuera parte de la minera, ya que los representaba en ciertos campeonatos.
Por sus grandes carencias económicas no pudo concluir la enseñanza secundaria. Después desempeñar varios oficios se incorpora a trabajar en diferentes empleos como obrero, terminando en la Empresa Nacional de Explosivos (Enaex) de Calama.
Su talento deportivo fue un rasgo de su personalidad que destacó en su época académica y laboral. Por este motivo pudo viajar a diferentes ciudades para representar al área de Maestranza de Chuquicamata. “Era reconocido como un hombre humilde, pero con un gran sentido de responsabilidad y de organización. Además, no bebía, no fumaba era considerado como un joven con grandes aspiraciones deportivas, así también como un buen padre de familia, ya que frecuentaba diversas actividades junto a su señora e hijos”.
En cuanto a sus ideales políticos y sociales se recuerda su admiración por el expresidente Salvador Allende. “Era su seguidor y fue la razón por la cual se incorpora el Partido Socialista, pues lo consideraba una persona humana, cercana al pueblo, donde pese a su condición de médico entendía al hombre humilde y trabajador y, consideraba que podía lograr un país más justo, más igualitario y más equitativo. El sueño de Jerónimo era ir a conocerlo y decirle que le admiraba profundamente”.
Es la persona de Salvador Allende el que impulsa al joven Jerónimo a incorporarse al Partido Socialista, con el trasfondo de poder mejorar este país y de hacerlo más justo e igualitario. No ocupó cargos partidistas, solo fue un militante. Sin embargo, se destacó por ser un hombre trabajador y con un gran futuro en lo deportivo.
Lo anterior se expresó en sus ideales que apuntaban a que Chile se convirtiera en un país más justo para aquellos que lo necesitan, para aquellos que han sufrido pobreza y que requieren el apoyo mayor. “Todo por mi país” era una frase que le destacaba y de la cual también fue criticado.
Al momento de la detención, Jerónimo contaba con 28 años, ocurrió un 12 de octubre de 1973. Las circunstancias en que fue detenido las relata su familia “Fue en las dependencias de su trabajo, en un horario de colación. Mientras almorzaba fue informado de su detención y sacado del lugar para ser llevado a la cárcel de Calama. La razón de su detención fue porque realizó turnos en ENAEX el día 11 de septiembre de 1973, se le acusaba de que ese día junto a otros obreros habrían sacado algunos explosivos. Esto era imposible, toda vez que él no estaba a cargo de la manipulación de explosivos, sólo cumplía funciones de obrero. Tenía tranquilidad de que esto pronto se resolvería”. Ocurrida la detención, fue trasladado posteriormente al Regimiento de Calama, desde donde desapareció y fue asesinado.
La situación de su entorno familiar ocurrida su detención, fue compleja. Su esposa, al enterarse de la detención, acudía todos los días a visitarlo a la cárcel y a llevarle alimentación. Jerónimo le señalaba que estuviera tranquila porque pronto se aclararía todo y él quedaría en libertad. “Siempre tuvo la esperanza de salir de aquel lugar, porque él era inocente”. Sin embargo, Jerónimo fue ejecutado. Fue sacado del regimiento, se le indicó que lo trasladarían a Antofagasta, previamente él y otros detenidos, fueron torturados. Su cuerpo nunca fue entregado a su familia.
Después de los hechos de su detención y producto de lo experimentado, ¿existe alguna característica individual que haya cambiado o surgido en su personalidad?
Esta situación afectó la personalidad de todos los miembros de la familia, quedando en pleno abandono emocional y social, la familia fue tratada como terroristas, fueron despojados de su vivienda y su esposa tuvo que trabajar durante toda su vida para poder sostener a sus cuatro hijos. todos quedaron en el más absoluto abandono.
El proceso familiar para recuperar el cuerpo de Jerónimo fue complejo. Según relatan “posterior a la ejecución, el cuerpo fue ocultado y después fue dinamitado y esparcido en diferentes lugares. Por años como familia realizamos una búsqueda intensa de su cuerpo y clamando por justicia. Recién hace dos años atrás, fueron encontrados unos restos óseos diminutos, la identificación determino que los restos pertenecían a Jerónimo.
Por lo mismo, para la familia considera que después de todos estos años no se ha hecho justicia real. “Parece absurdo, pero este caso aún no tiene un responsable, todavía se está revisando ante la Corte Suprema”. Agregan que “este es uno de los casos más dramáticos vividos en periodos de dictadura y en los cuales debe haber reivindicación de la dignidad de Jerónimo, hombre humilde y trabajador que tan sólo deseaba tener una familia y un país más igualitario. Jamás usó la violencia como medio para resolver los conflictos, jamás usó un arma, tan sólo tenía sueños como cualquier hombre de este país, pero su vida fue arrebatada de la forma más horrorosa que uno pueda imaginar: fue detenido, torturado, ejecutado y su cuerpo desaparecido y explotado encontrándose sólo diminutos restos después de más de 45 años de búsqueda”.