DICCIONARIO

BIOGRÁFICO

VITALIO MUTARELLO SOZA

La vida de Vitalio Mutarello Soza se silenció el 12 septiembre 1973, fecha en que fue detenido y desaparecido. Su hija menor Fabiola Mutarello Aros, relata que llegó al norte procedente de El Peral, localidad al interior de Ovalle, “el pasó su infancia ahí, para mí es un lugar de nostalgia”.

Llegó junto a su padre a trabajar a la oficina salitrera Pedro de Valdivia, sólo tenía 14 años, como no tenía muchos estudios no pudo aspirar a cargos mayores.

“Estudio solo y aprendió a escribir a máquina. Con su amigo Augusto Sosa que era del Partido Socialista buscaron mejorar su calidad de vida. En esos años conoció a mi madre, aunque mi padre tenía un hijo de una relación anterior, mi hermano Hernán, somos tres hermanos”.

Una vez que contrajo matrimonio, entró a trabajar a Soquimich. Al poco tiempo hizo una campaña muy bonita entre 1970, 1971 y 1972, que le permitió ser dirigente sindical, el Golpe de Estado lo encontró ejerciendo dicha dirigencia.

“Cuando ocurre el Golpe Militar, en ese lapso del golpe militar el 11 de septiembre de 1973, él estaba en Santiago desde el 10 de septiembre. El 12 le avisaron que algo pasaba en el sindicato, junto a aquello es que en diferentes bandos llamaron a los dirigentes sindicales”.

Un compañero de trabajo le dijo que tenían detenida a su señora y sus hijos. “Mi padre quedó escondido. Pero, entregó a vista paciencia de todo el mundo y desde ese momento le pierden el rastro”.

El 5 de octubre de 2021, la sentencia que recibió el carabinero Contreras, que consistió en libertad vigilada, no es una sanción con respecto al crimen, es mantener la impunidad, si bien tiene 84 años, pero en su cargo fue muy maldito, hubo tortura y vejámenes. Tengo mucha rabia con esa sentencia”, expresa la hija de Vitalio Mutarello.

Para Fabiola, debe haber cambios radicales para impedir la impunidad. “Primero que se gobierne como corresponde, sin el amigo de…; el nuevo gobierno debe hacer una revisión de causas. Que se vayan a la Corte Internacional de Derechos Humanos”.

La desaparición de Vitalio ocurrió cuando tenía 28 años de edad. El relato de su hija apunta que él tenía una casa en Antofagasta, dato no menor, ya que al desaparecer él, le dieron 24 horas para salir de la oficina salitrera a su familia.

A través de un documento que la esposa consiguió, se aclaró que mi padre sí se entregó y estuvo detenido. Sin embargo, lo ocurrido generó un quiebre familiar. “Nos tuvieron que internar en residencias para menores. Yo tenía cinco años y mi hermana diez y mi hermano seis. “Nos destruyeron emocionalmente y familiarmente, nos sacaron un pedazo grande, se cayó la familia. Pasamos mucha soledad, faltó el cariño diario, uno se fue transformando en una persona no dura, pero veía a las familias de mis compañeros y yo no tenía eso. Te destruyen”.

Cuál es el mensaje final a familias que no vivieron esta situación, “es difícil llegar a ellos. Uno puede llegar con el testimonio con sensibilidad social. Esas personas que dicen esto ya pasó, olvídenlo sigan para adelante, no se puede seguir adelante si no hay justicia. Dónde está, dónde lo dejaron”.

Fabiola expresa que “mi vida son dos vidas, una es buscar a mi padre y la otra vida es mi casa. Detrás de cada detenido desaparecido hay una historia terrible, ya no estoy para ser víctima, sino para seguir luchando. Mi madre se murió de pena”.

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